- Escucha la sabiduría de tu cuerpo, que se expresa por señales de comodidad e incomodidad. Cuando elijas cierta conducta pregunta a tu cuerpo que siente al respecto. Si tu cuerpo envía una señal de inquietud física o emocional ten cuidado. Si tu cuerpo envía una señal de comodidad y anhelo, procede.
- Vive en el presente, que es el único momento que tienes. Mantén tu atención en lo que existe aquí y ahora. Busca la plenitud en todo momento. Acepta lo que viene a ti total y completamente para que puedas apreciarlo y aprender de ello.
- Dedica tiempo al silencio, a meditar, a acallar el dialogo interior. En momentos de silencio cobra conciencia de que estas reconectándote con tu fuente de conciencia pura. Presta atención a tu vida interior para que puedas guiarte por tu intuición.
- Renuncia a tu necesidad de aprobación externa. Solo tú eres el juez de tu valer. Tu meta es descubrir el infinito valor de ti mismo, sin dar importancia a lo que piensen los demás.
- Cuando te descubras reaccionando con enojo ante cualquier persona o circunstancia recuerda que solo estas luchando contigo mismo.
- Recuerda que el mundo de allí fuera refleja tu realidad de aquí dentro. Las personas ante las cuales tu reacción es más fuerte, sea de amor u odio, son proyecciones de tu mundo interior.
- Libérate de la carga de los juicios. Al juzgar impones el bien y el mal a situaciones que simplemente son. Al juzgar a otros reflejas tu falta de auto aceptación. Recuerda que cada persona a la que perdones aumenta tu amor a ti mismo.
- No contamines tu cuerpo con toxinas, ya sea por la comida, la bebida o por emociones toxicas. La salud de cada célula contribuye directamente a tu estado de bienestar, porque cada Célula es un punto de conciencia dentro del campo de la conciencia que eres tú.
- Comprende que el mundo físico es solo el espejo de una inteligencia más profunda. La inteligencia es la organizadora invisible de toda la materia y de toda la energía.
- Reemplaza la conducta que motiva el miedo por la conducta que motiva el amor. El miedo es un producto de la memoria que mora en el pasado. El amor es la energía pura.