La elegancia es sobria, hay que ir elegante sin llamar la atención. Tan censurable es ir en facha como sobrecargado.
La elegancia es pulcra, ropa limpia, bien planchada y zapatos relucientes.
La elegancia es practica hay que vestir según la ocasión.
La elegancia tiene personalidad, tenga su propio estilo personal.
Saber vestir de acuerdo al momento es complicado y solo el buen gusto, el sentido común y la experiencia nos permiten ir avanzando en este arte.
Moda libre joven natural, un elogio al hombre culto refinado y amante del buen vestir.
El vestuario masculino se reinventa e interpreta las reglas con diversos colores, texturas y siluetas. Aparecen colores como el morado, lila, rosado y verde agua, en la camisería siguen vigentes las rayas y múlti-rayas en los trajes.
Solapas más delgadas y trajes de dos y un botón son la novedad. Corbatas contrastantes y texturadas. El objetivo de esta temporada es el manejo adecuado del color con colores fríos y cálidos. Con una cuidadosa selección de finos materiales cuero, gamuzas y panas en canal ancho y delgado. Tonos como el naranja, turquesa y cereza complementan la paleta de colores y rompen un esquema logrando una forma de vestir moderna y casual. Aparecen como colores complementarios en los suéteres la mandarina, el morado y el rosa.
El estilo masculino se caracteriza por ser clásico, por lo que perdura durante mucho más tiempo, todo hombre que se precie de ser elegante debe contar con trajes de buena calidad, lisos o con estampados discretos. Los de color azul oscuro y gris plomo son indispensables para ocasiones formales, y tener en colores café o otros tonos para ocasiones informales.
Lo correcto es que las mangas de las chaquetas cubran las muñecas y que los puños de las camisas asomen por debajo unos dos centímetros.